Conquista de un nuevo mundo.

1852, América. Fiel a su intuición, Charles Heidsieck parte a explorar este continente, esa tierra todavía virgen de todo tipo de negocios de champán.  Charles descubre esta tierra y la conquista muy rápido. 

"A mi alrededor hay un ruido, una excitación como lo llaman, del que podremos sacar un gran provecho"

Charles Heidsieck en una carta a su mujer en 1860.

Caballero carismático, recibe el beneplácito de las clases pudientes y los medios de comunicación. Icono fundamental. 

Embajador del champán y de Francia. Charles seduce a la sociedad neoyorquina y a su burguesía financiera. Y también consigue encandilar al Sur y a su Luisiana salvaje.

De vuelta en Europa, pone su mira en Bélgica y, más adelante, en Inglaterra. Encumbradas por las Exposiciones Universales, sus etiquetas no tardan en hacer acto de presencia en todas las cortes reales.